¿Cuándo debemos cambiar los neumáticos de nuestro vehículo?

Mantener los neumáticos en perfecto estado nos permitirá disfrutar de un vehículo en óptimas condiciones. Sin embargo, se pueden presentar diversas circunstancias que nos llevarán a reemplazar las cubiertas del vehículo

La calidad de los neumáticos de nuestro vehículo es uno de los principales factores que debemos tener en cuenta a la hora de comenzar a circular. Mantener estos elementos en perfecto estado nos permitirá disfrutar de un coche en óptimas condiciones. Sin embargo, se pueden presentar diversas circunstancias, tales como el desgaste, los pinchazos, el deterioro o el envejecimiento por el paso del tiempo, entre muchas otras, que nos llevarán a reemplazar las ruedas de nuestro vehículo.

Antes de explicar los motivos para cambiar los neumáticos de nuestro vehículo, hemos de conocer ciertos aspectos que debemos respetar. Las cuatro ruedas del vehículo deben estar equipadas con neumáticos idénticos. Por ello, los podemos cambiar de dos en dos o de cuatro en cuatro; siempre y cuando las dos cubiertas del mismo eje sean completamente idénticas.

Es recomendable, a la hora de cambiar las ruedas, colocar en el eje trasero las nuevas cubiertas, trasladando las antiguas a la parte delantera del vehículo, ya que es en la parte delantera donde estos elementos sufren un mayor desgaste.

El Código de Circulación expresa que, para circular de manera legal, la altura mínima de la profundidad de los neumáticos de nuestro vehículo ha ser de, al menos, 1,6 milímetros de goma en toda la circunferencia. Una vez que la banda de rodadura es inferior a esta medida, que podemos conocer a través de los indicadores, debemos proceder al reemplazo inmediato de las ruedas.

“Los neumáticos de los vehículos deben presentar, durante toda su utilización en las vías públicas, una profundidad en las ranuras principales de la banda de rodamiento que, como mínimo, debe ser de 1,6 mm.”

Código de Tráfico y Seguridad Vial del Ministerio del Interior del Gobierno de España y de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Iniciar la conducción con un neumático desgastado nos expone a un elevado riesgo de sufrir un pinchazo, además de someternos a un aumento de la probabilidad de practicar aquaplaning; ya que cuanto más liso se vuelve un neumático, mayor riesgo corremos de perder el control sobre el vehículo.

Resulta necesario, además, examinar la banda de rodadura de los neumáticos, ya que esta goma puede presentar desigualdades. Si apreciamos un desnivel en las ruedas, se puede deber a una presión inadecuada en estas o un desequilibrio en el vehículo. Para ello conocerlo en profundidad, los profesionales de vuestro taller de confianza más próximo inspeccionarán estos elementos con el fin de solventar el problema.

Otras circunstancias que propician el cambio de los neumáticos del vehículo, tal y cómo hemos mencionado anteriormente, pueden ser pinchazos, cortes, deformaciones, el envejecimiento, una mala presión en las ruedas o, incluso, el estilo de conducción. Una de las recomendaciones que ofrecemos es revisar nuestros neumáticos de forma mensual, echando un profundo vistazo a las cubiertas y, en caso de presentar alguno de estos síntomas, acudir inmediatamente al taller, evitando así posibles graves daños en la carretera.

En nuestro vehículo debemos llevar una rueda de repuesto, es por ello que ante cualquier pinchazo o daño imprevisto podremos cambiarla hasta acercarnos al taller. Eso sí, debamos asegurarnos de cambiar el neumático en un lugar seguro y hacer uso de las herramientas necesarias que nos permitan el correcto montaje de la cubierta.

Desde la red de Talleres Blacktire os recomendamos seguir siempre las instrucciones facilitadas por el fabricante, así como hacer una visita a vuestro taller de confianza más próximo. Sus profesionales cualificados comprobarán el estado de los neumáticos de vuestro vehículo y, en el caso de existir un deterioro, os informarán y cambiarán las ruedas de vuestro coche de una manera óptima y eficiente.